Personas vacías en cuyas miradas se cuelan los jirones de esta espesa niebla. El frío llena sus almas y les roba cualquier rastro de bondad, les roba sus sueños y sis ilusiones. Sus corazones se fragmentan bajo la presión del egoísmo. El individualismo que carga la niebla les mantiene alejados unos de otros, solo les deja ver siluetas oscuras y tenebrosas detrás de las nubes. Solo les deja ver una fachada de aparente perfección.
Tratan de hacer ver que son superiores a los demás, mirándoles por encima del hombro con desdén. Sus sonrisas huecas deja resonando en el aire el eco de risas estridentes y sin sentido. E el fondo, no es más que pura ignorancia que llenan con conversaciones absurdas y visten con superficialidad, para así cubrir cada grita de esas perfecta escultura que pretenden ser. Su canon de belleza no entiende nada más allá de una apariencia física, de un exterior efímero que se desvanece a cada segundo que pasa.
Y a cada instante, la fachada languidece perdida entre la niebla, una niebla que sólo seguirá enfriando sus corazones... hasta que ellos le pongan fin.
No somos más que espectros destinados a revelar nuestro interior. En mi caso suelo ver la gente con entonado desprecio... El tiempo y la corrupción de la sociedad para con mi confianza han hecho de mí un misántropo, abnegado en favor de una dama. Tus palabras me hacen resonar esa idea, lamentablemente me encamino por un rumbo demasiado adverso al superficial que recorren muchos.
ResponderEliminarExcelente texto, me llega al corazón.
Siempre es un placer leer uno de tus comentarios. Me hacen darme cuenta de que lo que escribo tiene sentido para alguien que no esté dentro del caos que suele ser mi cabeza. Gracias ;)
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