sábado, 31 de marzo de 2012

Wanted: Hero

    Los mejores amores llegan de forma inesperada, en ese momento en que luchas con todas tus fuerzas para evitar enamorarte, pero... estás perdida, comienzas a sentir algo, un principio, difícil de explicar pero en el fondo realmente fácil, como la teoría de la relatividad. Albert Einstein nos decía: "Pon tu mano en un horno caliente durante un minuto y te parecerá una hora. Siéntate junto a una chica preciosa durante una hora y te parecerá un minuto. Esto es la relatividad".

    Puedo pasar una tarde entera contigo, que me parecerá medio minuto.
    Puedo pasear contigo de la mano eternamente, que me parecerá algo efímero.
    Me da igual cual pueda ser el resultado de esta historia, te quiero, a ti, a tus defectos, a tus virtudes, a tus chistes malos, a tus caricias, a ti, completamente.
    Quiero que me des tus días más románticos y tus noches más alocadas, quiero recorrer el mundo junto a ti, quiero que nos besemos delante de la Torre Eiffel, que delante de la Fontana di Trevi pidas como deseo estar eternamente junto a mi, que recorramos algún día Central Park en carruaje, me da igual el donde, siempre que sea contigo.
    Que cuando la inseguridad se apodere de mi me rodees con tus brazos y me digas que me querrás siempre, a pesar de mis vicios, de mis malos días.
    Quiero que nunca nos cansemos, que la rutina sea solo una leyenda urbana para nosotros, yo tendré cada día un plan diferente, espero que tu también.

    A veces necesitas un héroe en tu vida; alguien que ilumine tus días, que te haga olvidarte de tus miedos, sean cuales sean; alguien que te bese bajo la lluvia, que te diga que te quiere; y lo más importante, a quien seas capaz de decir 'Yo a ti también te quiero'.
    Prométeme que estarás ahí, cuando llore, cuando ría, para siempre. 

¿Qué diablos estoy haciendo?

Tendría que dejar de hacer tanto el imbécil. Siempre acabo mal, no sé por qué no aprendo la maldita lección.

Lobos, lobos everywhere

Mis queridos lectores:

Como podréis ver, últimamente me he enganchado a escribir las entradas del blog en formato carta. Bueno, pues acostumbraos, porque me está gustando esto de dirigirme a las hipotéticas pupilas que leen estas líneas.

Soy una persona peculiar donde las haya. Si lleváis tiempo leyéndome, os habréis dado cuenta. Y si me conocéis, a lo mejor ya no os asustáis de mí en ciertas... ocasiones, digámoslo así.

Pues bien, queridos y/o queridas, no sé si os habréis dado cuenta, pero el dominio del blog ha cambiado. Espero que no sea mucho jaleo para vosotros, pero creo que encaja mejor con el título del blog, ¿no creéis?

Ah, también me han comentado que la adaptación para móviles del blog tiene un fondo y unos colores de letra que hacen un poco difícil leerlo desde un teléfono móvil. Estoy trabajando en ello, pequeños. Espero no tardar demasiado en solucionarlo, y avisaré cuando esté hecho para que me digáis si así lo leéis mejor y tal, y tal, y tal.


Y os preguntaréis "¿Qué diablos tiene que ver el título de la entrada con esta parrafada?". Pues, sinceramente, no mucho. Sólo eso, lobos por todas partes, queridos. Los adoro, los amo. Me encantan esas criaturas... Así que, ya sabéis: tooooodas, absolutamente todas las fotografías que encontréis de lobos, ¡hacédmelas llegar! Creo que tengo habilitado un correo electrónico en mi perfil, o que se pueden poner en los cometarios... No estoy muy segura.

Sí, esto es lo que pasa cuando empiezas a indagar en condiciones en un blog: que te das cuenta de que no conoces ni las mitad de las posibilidades que ofrece, y de que no sabes si en tu sitio las tienes habilitadas o no. Soy un desastre, qué se le va a hacer.

No sé si por falta de tiempo, o por pereza, pero el caso es que nunca he estado dándole caña [en condiciones] a este sitio desde hace mucho. Creo que desde que cambié el diseño empecé a tomármelo más en serio. De hecho, hubo una temporada que esto estaba muy ligeramente abandonado. Y a partir de ahí fue la de "¡Leñe! Todos los blogs que sigo están curradísimos, totalmente personalizados... ¡y el mío me da pena!", y como yo también quería tener un buen huequito en la red, pues a trabajar en él que me puse.

Y aquí lo tenéis: The place where you belong. Creo que también debería mencionar Somewhere among the fog y es que a raíz de mis ganas de escribir, llenaba cuadernos enteros con relatos. Algunos de una simple línea, algunos de uno o dos párrafos, otros de páginas y páginas... Y en ese sitio, es donde poquito a poco iré subiéndolos. De hecho, ya hay algunos, y os animo a que os dejéis caer por allí y me digáis qué os parece. Siempre se agradece una crítica, aunque sea mala: me ayudará a mejorar como escritora amateur que soy.

Y bueno, gentucilla, que me enrollo cual persiana, y yo tendría que estar estudiando... o algo así...

Así que nada, espero que sigáis leyéndome, y que me dejéis opiniones y cosillas de esas (por aquí o vía Twitter).

¡Hasta la próxima! 

jueves, 29 de marzo de 2012

Jueves, 29 de Marzo del año 2012.

Buenas noches, lectores míos.

Paso de deciros qué ha pasado hoy: ya lo sabéis de sobra. Lo que yo vengo a hacer esta noche, es plantearos una cuestión (puede que unas cuantas).

¿Por qué siempre hay cuatro monos que aprovechan huelgas y manifestaciones para liarla? Me refiero a esa gente que se dedica a destrozar mobiliario urbano, escaparates, automóviles, etc.

En absoluto me opongo a la huelga, ojo: todo el mundo tiene derecho a hacerla (y más teniendo en cuenta la situación económica y laboral tan insostenible que se vive en España), pero también gozamos del derecho a no hacerla. Es decir, si yo, o cualquiera, queremos ir a trabajar... ¿Por qué tiene que echármelo en cara nadie, o incluso impedírmelo? ¿Acaso alguien tiene la suficiente autoridad sobre nosotros para decirnos qué derechos debemos ejercer y cuáles no?

¡JA!


Me parece estupendo, de verdad que sí, que se luche por los derechos de los trabajadores. En lo que estoy en total desacuerdo, es en que se haga a través de la violencia.

No, piquetes, no. Volcando contenedores, quemando ruedas, cortando calles y accesos a los lugares de trabajo no vais a lograr nada. Es más, pensad un instante en lo que voy a decir ahora: protestáis porque se os está negando una serie de cosas, una serie de derechos, con esta reforma laboral... Pero vais y les negáis el derecho a presentarse en su puesto de trabajo a aquellos que no hacen huelga.

No le veo el sentido, sin ánimo de ofender.


Dejando a un lado la polémica, os dejo con una imagen que sin duda me ha hecho sentirme orgullosa de la masiva movilización que ha habido hoy en Valladolid. Esto, gentucilla, esto es lo que me ha hecho pensar que el ser humano no se ha dado por rendido aún, que no se va a dejar dominar tan fácilmente y que va a pelear por su libertad. Tal vez no hasta el final, pero sí un poco más.

Plaza Mayor de Valladolid.
Somos Anonymous, somos legión.
Y ojalá que cada vez más.



martes, 27 de marzo de 2012

Aquí estoy de nuevo

Si por un instante se os pasó por la cabeza que fuera a marcharme sin más, os equivocasteis. Y es que no me iba, no para siempre.
Sólo necesitaba un pequeño tiempo para mí, para intentar descifrar la compleja maraña que son mis emociones últimamente. Y aquí estoy de nuevo, con energías renovadas y dispuesta a seguir escribiendo.
Bueno, en realidad, estos poquitos días no he dejado de escribir, tal vez incluso suba esos pequeños párrafos. Pero eso será dentro de bastante, pues considero que por el momento esas emociones son demasiado privadas. De hecho, la única prueba de que estén ahí se encuentra en las hojas de un pequeño cuaderno, garabateadas con la tinta de mi estilográfica.
En efecto: últimamente no suelto la estilográfica… De hecho, creo que ya lo he mencionado en alguna que otra entrada, y las personas que andan cerquita de mí, ya se han dado cuenta. Y es que menudo vicio…
Es una sensación… indescriptible. Deslizar la punta por una hoja en blanco y ver cómo las palabras surgen poco a poco en el rastro de tinta que deja el instrumento. No es necesario ejercer presión: las palabras fluyen solas. Y así llevo dos, tres semanas… Y así me pasa, que devoro los cartuchos de tinta, y como resultan económicos y todo eso, pues no estoy invirtiendo nada de dinero en ella.
Es un vicio caro, es un lujo, pero creo que me lo voy a permitir. ¿Y por qué no? Me gusta escribir con pluma. ¡Hagamos lo que nos gusta! Un poquito de Carpe Diem, señoras y señores.
Nos merecemos disfrutar de nuestro día a día, de cada instante de uno de ellos. Eso sí, teniendo siempre presente el futuro, pero dejando siempre de lado el “¿Qué dirán?”. ¿Y qué más da? Nuestras acciones son nuestras, las consecuencias las vamos a sufrir nosotros, no los demás.
Por eso, tras una pequeña jornada de reflexión, propongo que saquemos del baúl nuestro valor, la confianza en nosotros mismos, el ya mencionado Carpe Diem y las ganas de tirar para adelante, con lo que sea, con lo que tengamos. Sólo tiene solución aquello que es un problema, por lo tanto no hay ningún problema sin solución.
Recuerda: Puedes con lo que sea, y con más.

domingo, 25 de marzo de 2012

Cerrado por descanso del personal

Queridos (hipotéticos) lectores:

    No me encuentro con mucho ánimo para nada. Ha habido unos cuantos cambios en mi vida, fruto de encontrarme con las verdades de morros o de no haberlas sabido reconocer a tiempo, y no me encuentro con ganas de seguir paseándome por aquí, al menos durante unos días.
    Ya avisé en el anterior post que voy a tener Messenger cerrado, y por Twitter me pasaré poca cosa. 
Tuenti y yo, seguimos siendo inseparables, y que nadie me quite WhatsApp... Así que lo dicho, el que quiera algo, que contacte conmigo por estos últimos medios, y si no dispone de ellos, allá se las ingenie como pueda, si es que se interesa por mí, claro está...

    Necesito pensar, pensar, pensar y más pensar. Necesito llegar a una conclusión firme, que no se tambalee a la más leve brisa, y eso me llevará unos días. Tal vez os sorprenda, y mañana o esta misma tarde tengáis una entrada nueva, pero la verdad es que quiero alejarme del mundo digital un tiempito, encerrarme de lleno los libros y, si necesito soltar algo de lastre, que sea mediante mi pluma y una hoja en blanco, o tal vez mediante una partitura de guitarra.
    He estado mucho tiempo ignorando la realidad, y una vez se ha hecho demasiado evidente, me ha golpeado a mano abierta en toda la cara. Desconozco el rumbo que quiero que tome la situación en la que me encuentro: ahora mismo estoy en un punto entre darme por vencida o seguir a ver cuánto puedo aguantar.
    No sé muy bien cómo va a acabar esto... No tengo ni la menor idea. Lo que sé, es que no quiero arrepentirme de la decisión que tome. He de dejar claro que espero que, sea cual sea mi veredicto final, eso no debe implicar que nadie se aleje de mí, pues esa no es mi intención. Quiero algo de libertad, quiero saber qué y por qué he estado haciendo las cosas hasta ahora y si han sido en vano o no, ya que, ahora mismo, esa es la sensación que tengo: que todos los pequeños "sacrificios" no han servido absolutamente para nada, y como os podréis imaginar, esa sensación no es para nada agradable.

    Otra cosita... Estoy planteándome cerrar este blog. No ahora de golpe y porrazo, pero puede que sí al cabo de un tiempo, pues las visitas apenas suben y aquí los comentarios de las entradas parecen ser una leyenda. Sinceramente, escribir para que nadie lea, o para que nadie me diga nada de lo escrito, no me parece rentable.


¡Hasta dentro de unos días! 


sábado, 24 de marzo de 2012

Comunicado

Parece una decisión absurda, parece que no lo he meditado, que es demasiado repentina... Pero estoy harta de muchas cosas.
No soy el segundo plato de nadie, y estoy cansada de sentirme como tal.


A aquellos que se comunicaban conmigo a través de Messenger o Twitter: Adiós. Buscaos otra forma de contactar conmigo, porque yo paso de ponerme en bandeja para nadie y acabar luego con las sobras de la cena de anoche. 
Tal vez no esté siendo justa, quién sabe. Pero hay cosas que duelen, mucho. Muchísimo. Ni os  podéis imaginar cuanto. 
Sé que soy injusta con cierta golondrina (Descuida, pequeña. Te daré la vara por Tuenti), pero los bocados de un lobo en particular, empiezan a ser demasiado fuertes, y me empiezan a hacer heridas.
Que tal vez no entienda a qué narices viene esto, lo sé. Bueno, si quiere una explicación, que la busque. Si no se interesa en saber qué diablos pasa, me responderá a un par de preguntas automáticamente, y le aseguro que no volveré a molestarle nunca más. 
No seré nunca más un problema para ti, bombón.

Y tranquilos: el águila seguirá surcando estos cielos.

Los sueños

Siempre se desvanecen. Nunca es algo repentino, sino gradual. 
Poco a poco, las líneas que los definen se van difuminando, se atenúan hasta que desaparecen cuando menos nos lo esperamos.
Entonces, nos quedan sólo dos opciones. La primera, es tomar ese sueño y volver a ponerle líneas, volver a darle una forma, darle fuerza para que siga adelante e intentar que se cumpla. La segunda, es tal vez la más cobarde, pero hay veces que es la mejor.
Dejar que se marchite, como los pétalos de una rosa. Ya sabéis: al principio son rojos, están llenos de color, de vida, de belleza. Poco a poco, pierden su colorido, el color se apaga, se ennegrecen ligeramente, pierden consistencia y se desprenden de la flor uno a uno, hasta que nos quedamos con un tallo, lleno de espinas y hojas, lleno de recuerdos malos y buenos. 
Cada vez que te heriste con una de sus espinas, ha sido en vano. Cada gota de sangre, cada punzada de dolor, no han servido de nada. La rosa se ha marchitado.

La mirada del lobo

Me hizo sentir como una auténtica yonqui, con la misma dependencia que los drogadictos necesitan cada día su dosis. Había veces que ni dormía, sólo esperaba a que él apareciera, con su paz y su media sonrisa escondida entre las notas de guitarra que navegaban por sus oídos. 
Y es que llegaba, me miraba, me atrapaba. Las ansias de verle me superaban, y poco a poco fue marcando el ritmo a los latidos de mi corazón. Cada minúsculo, diminuto, mísero, insignificante y diminuto instante a su lado, era un huracán de emociones que me dejaba totalmente atontada. Mis rodillas se aflojaban delante de él, me sentía débil, y a la vez me sentía el ser más fuerte y valiente del mundo.
Hoy, contemplando la luna de su sonrisa, esa que cegó mi alma, puedo asegurar que mis piernas seguirán temblando cada vez que sepa que él.




'Cause every time we touch, I get this feeling, and everytime we kiss I swear I can fly. Can't you feel my heart beat fast? I want this to last... I want you in my life.
And every time we touch, I feel the static; everytime we kiss I reach for the sky. Can't you feel my heart beat slow? I can't let you go... I want you in my life.

No hago más que extrañar el sonido de tu voz...

Recuerdo que escribí sobre ti, al igual que un día tú escribirás sobre mí.
  Recuerdo cada sílaba que trepa por tu garganta y se descuelga de tu lengua, música para mis oídos.
Recuerda que cada día echo de menos cada molécula de ti.
Recuerdo perderme en tus ojos, o en tus risas, porque algunas para mí eran infinitas .


Mi más sentido "bésame".

viernes, 23 de marzo de 2012

No sabes cuánto significa para mi verte sonreír.

If I could just hold you tonight...


Do you hear me? 
I'm fallin' for you, across the water, across the deep, blue ocean or from the open sky. 
Baby, I'm dying...


domingo, 18 de marzo de 2012

Esta es la historia de un sábado...

... de no importa qué mes.

Y de un hombre sentado al piano,
de no importa qué viejo café.










Tócala otra vez, viejo perdedor; 
haces que me sienta bien...

Los finales felices tienen tras de sí una ardua lucha.

No. No voy a rendirme. No justo ahora. No después de tanto tiempo.
Don’t give up, stand till the end.
 When you're feelin' lost, when all your hope is gone, have faith, restart.

Shhh...

Sigue adelante

Aunque la niebla no nos deje ver el final del camino, eso no quiere decir que éste se acabe.
Hay que seguir caminando hasta que tengamos el fin delante de nuestros ojos, hasta que veamos la línea del horizonte a nuestros pies.
Y no detenerse ni siquiera en ese punto.


Lucha por tus sueños, con uñas y dientes. Utiliza todas tus tretas, trama una buena estrategia y lánzate a la batalla. Y recuerda, que perder o ganar una batalla, no significa perder o ganar la guerra. Mantente firme hasta el final... y no bajes la guardia.

Ten cuidado

Incluso los sueños pueden acabar con nosotros si no les sabemos controlar. 

No importa dónde me pierda




Si estás conmigo, el dónde es lo de menos.

No conviene que cambiemos nuestra forma de ser. Por nada, ni por nadie
Pero hay veces, que algunas personas cambian nuestra forma de ver el mundo: de repente, sin más, todo tiene más luz a su lado. Las sombras escalofriantes que poblaban cada rincón de nuestro mundo, son expulsadas cuando el brillo de una mirada incide sobre ellas. Cada una de las notas de su voz, se lleva el silencio que tantas palabras vacías dejaron en nosotros en un tiempo pasado.
Es entonces, cuando nos damos cuenta de que jamás volveremos a ser los mismos, por mucho que pasen los años de largo en nuestras vidas. Esa persona, aunque desaparezca de nuestra vista, no se irá NUNCA de nuestra mente. Dejará una huella en nuestros corazones que será imposible de borrar. No como una cicatriz, sino como un tatuaje que nos recordará lo hermoso que puede ser mirar el mundo desde una misma perspectiva y en una misma dirección

Aclaremos esto.

Te quiero.
Tú a mí no.












Si tanto te encanto, ¿qué cojones es lo que falta? ¿Qué es?
Porque te juro que haré lo que sea por tener ese algo... 

lunes, 12 de marzo de 2012

Que por ti sé que sería la mejor persona del mundo. Y si me lo pides, también la peor.

sábado, 10 de marzo de 2012

Tantísimo por decir

No sé por dónde empezar, así que creo que los que voy a escribir va a ser una maraña de teorías inconclusas.
Hay cosas cambiando a mi alrededor a un ritmo tan acelerado que empiezo a tener vértigo y marearme. Para poder explicarme mejor: es como si estuvieras en un puente que cruza las vías de un tren. Vértigo por la altura, y mareo por el constante ir y venir de los trenes.
Sigo pensando que algo me asusta, pero no tengo la certeza de qué es.
Y no sé qué más decir, ni cómo decirlo, ni nada. Necesito soltar lastre, tengo demasiadas cosas rondándome la cabeza pero no le encuentro sentido a ninguna de las posibles conclusiones.
No me queda otra más que tomarme un respiro e intentar aclararme. Bueno, así llevo dos semanas...
Los sentimientos son como las puertas del pasillo: tú estás en otra habitación pero ellas se abren y se cierran por las corrientes de aire. Incluso puede ser que el viento sea tan fuerte que se cierren de un portazo.

Eh, dime:

¿Qué tengo que hacer para que te quedes?
En serio, lo que sea. Dímelo y lo haré.

¿Por qué? 
Bueno, digamos que porque contigo sobra hasta respirar.

jueves, 1 de marzo de 2012

Siempre estás.

El dolor está. Y tu sonrisa, y la ausencia tangible, y tu gesto, y el recuerdo vívido, y tu nobleza, y la necesidad de que estés, y el enfado por lo irremediable, y tus caricias torpes, y tu mirada voraz, y el tiempo que pasa, y tu paciencia, y la angustia que me anuda, y las lágrimas que brotan, y las dificultades, y tú siempre estás.


Tú siempre estás, siempre, siempre.

Aunque el tiempo pase y nadie sea quien era. Aunque ni siquiera seas igual. Pero sé que siempre estarás.