domingo, 29 de mayo de 2011

Hechicero...

Caminaba por la calle, con mis amigos, en un día cálido y el sol brillaba con fuerza. El cielo era de un impecable color azul y la gente lo agradecía: era un día de fiesta y, la inmensa mayoría, lucían su conjunto de peña.
Pasábamos por el local de otros amigos, como los dos días anteriores, para saber dónde podríamos encontrarles a eso de las 8 y ver el encierro. Lo normal aquella semana festiva...
... Y entonces, le vi a él. Mis ojos se detuvieron en una infinita, oscura e implacable mirada y luego viajaron hasta su sonrisa, delimitada por unos hermosos y apetecibles labios.
Desde aquél momento, supe que no podría escapar nunca... Jamás.

A día de hoy, mi boca lucha por fundirse con la suya...
a la vez que yo lucho por deshacerme de su letal embrujo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Una crítica constructiva siempre se agradece. Gracias de antemano ^^